Carmen Sanz Chacón, psicóloga clínica con habilitación sanitaria especialista en superdotación y altas capacidades, explica los riesgos emocionales y sociales de privar de atención específica a niños y adultos con altas capacidades y superdotados:
Desde hace varios años en España, y en el resto del mundo, los padres de los niños con alta capacidad y superdotados han venido denunciando situaciones conflictivas y problemas diversos con estos niños, lo que finalmente ha conseguido llamar la atención de la sociedad y que se determine por ley que necesitan atención educativa especial.
Sin embargo, las necesidades de apoyo psicológico especial que tienen los superdotados para poder integrarse apenas han sido investigadas y son todavía un campo a desarrollar. La realidad del día a día en clínica nos dice que muchos niños, adolescentes y adultos superdotados se sienten infelices, no tienen facilidad para relacionarse con los demás y tienden a aislarse -bien físicamente, bien psicológicamente-, en la mayor parte de los casos.
La necesidad de que los niños y adultos superdotados reciban apoyo psicológico especializado, con psicólogos expertos en superdotación y altas capacidades, centrado en desarrollar sus carencias emocionales y relacionales, y con especial incidencia en mejorar su autoestima, es una realidad en nuestra sociedad.
Ser inteligente puede ser un problema, y muy a menudo lo es, problema para los propios niños, para los padres y para los profesores, que no tienen ni la preparación ni el tiempo suficiente para darles a estos niños la atención que necesitan.
Los problemas emocionales, sociales y educativos generan a menudo fracaso escolar en las altas capacidades, fracaso profesional, problemas familiares graves, y toda una casuística que anula la alta capacidad de muchos superdotados para utilizar su inteligencia en beneficio de nuestra sociedad, lo que lo convierte, por lo tanto, en un problema social grave ya que según los estudios realizados en España y en otros países el 50% del talento de las personas con alta capacidad se desperdicia sistemáticamente por no ofrecerles el apoyo educativo y emocional adecuado para su desarrollo.
La soledad de los superdotados
Su alta sensibilidad, destacar sin desearlo, hablar de cosas que los demás no entienden o no les interesan, pasar de las cosas que parecen interesarle a todo el mundo pero que a ellos les parecen irrelevantes les convierte en personajes “raros”. Vivir en su propio mundo, en su propia imaginación, hace de muchos superdotados individuos atípicos, que son vistos por los demás con envidia por sus logros, pero, sobre todo, con desconfianza por su forma de comportarse, por su falta de habilidades sociales y, como consecuencia de ambas cosas, a menudo se sienten aislados y rechazados tanto en la escuela como en el trabajo.
Trabajar en sus carencias emocionales y enseñarles a integrarse de forma adecuada es posible, pero no es fácil que cambien sus comportamientos si no reciben la orientación adecuada de profesionales que puedan utilizar su mismo lenguaje, el de los superdotados, y entender sus porqués.
«Los superdotados son el fruto más hermoso del árbol de la humanidad, pero a la vez son los que corren más grande peligro pues cuelgan de sus ramas más frágiles y con frecuencia se rompen» Carl Gustav Jung.
Carmen Sanz Chacón es Psicóloga Clínica con Habilitación Sanitaria Especialista en Superdotación y alta capacidad (Teléfono 914317061)