Según el último Informe PISA, que evaluó en el 2015 a alumnos de 980 centros españoles con una media de 15 años en Matemáticas, Lectura, Ciencias y Resolución de Problemas el rendimiento medio de los alumnos españoles estaba muy por debajo de la media de la OCDE.
Siempre se habla de nuestro altísimo porcentaje de alumnos rezagados, pero apenas se menciona que el porcentaje de alumnos excelentes en España es sólo del 5% frente al 8,0% de promedio en la OCDE en competencia lectora por ordenador. En competencia Matemática en España también nos quedamos por debajo de la media, con un 7% de alumnos excelentes frente al 10% de promedio en la OCDE, y en Ciencias llegamos al 5% frente al 8% de media de la OCDE. En todos los casos, España está en los últimos puestos de la lista de los países estudiados en esta muestra, que evaluó a más de 500.000 estudiantes de 72 países, 34 de ellos de la OCDE.
¿Qué ocurre con nuestros chicos más brillantes?
Los que tendrían que ser realmente nuestros alumnos excelentes. En mi opinión es una respuesta bastante sencilla. Un dos por ciento de nuestros estudiantes son superdotados y no están recibiendo la educación especial que necesitan, y un diez por ciento son alumnos de alta capacidad. Ni unos ni los otros están recibiendo la educación que necesitan, se aburren en las clases porque a pesar de ir dos o tres años adelantados sobre sus compañeros mentalmente, no se les acelera de curso y tampoco se les invita a aprender más que el promedio o, aun peor, se tienen que adaptar a los niveles más bajos de cada clase, se desmotivan, dejan de estudiar y pasan a formar parte del porcentaje de alumnos rezagados. Lo que nos falta en Alumnos Excelentes nos sobra en Alumnos Rezagados. El Informe PISA y los superdotados.
¿Es tan complicado verlo? Pues parece que sí, porque llevamos años dándole vueltas a las estadísticas de PISA y seguimos sin actuar. Para que a un niño le aceleren de curso, y no le hagan repetir lo que ya sabe, los padres del superdotado han tenido que demandar a la administración educativa correspondiente. Es una situación que se repite constantemente y es que parece que en muchos casos es la única forma de que la administración educativa ayude a estos niños superdotados.
Educar en la diferencia
En algunos sectores se afirma que la igualdad es lo más justo. En este caso, igualar es lo más injusto que podemos hacer con nuestros chicos. Educar en la diferencia, y permitir que los más capaces se conviertan en alumnos excelentes es la auténtica justicia. Mientras que si educamos igual a todos, somos absolutamente injustos con ellos y, en consecuencia, nuestros chicos excelentes se esconden y fracasan.
La Excelencia Educativa es Educar en la Diferencia, para que todos podamos dar lo mejor de nosotros mismos. Niños con discapacidad o niños con alta capacidad, todos tienen derecho a recibir la educación más adecuada a sus necesidades. El resto es injusticia social y los resultados los encontramos en PISA. Más información en Colegios para niños con altas capacidades.
Carmen Sanz Chacón para El Mundo del Superdotado