Con el fin de ponerse de acuerdo sobre qué es la Inteligencia, 50 profesores e investigadores de Universidades de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña firmaron un documento publicado inicialmente en el Wall Street Journal y posteriormente en la revista Intelligence. En el mismo se subrayan las conclusiones más importantes de los investigadores en Inteligencia. En cuanto a la naturaleza, evaluación y aplicación de la inteligencia, en el documento se recoge lo siguiente:
Significado y medida de la Inteligencia:
1. La inteligencia es una capacidad mental muy general que, entre otras cosas, implica habilidad para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la experiencia. No supone el mero aprendizaje de un texto, una habilidad académica específica o resolver test de forma habilidosa. Más bien, refleja una capacidad amplia y profunda para la comprensión del entorno, para ser capaz de capturar el significado de las cosas y darles un sentido o para ingeniárselas a la hora de saber qué hacer.
2. La inteligencia, así definida, puede ser medida, y los test de inteligencia la miden correctamente. Este tipo de test se encuentran entre los más precisos (en términos técnicos de fiabilidad y validez) de todos los test y procedimientos psicológicos de evaluación. No miden creatividad, personalidad u otras diferencias importantes entre las personas, ni tampoco pretenden hacerlo.
3. Si bien existen distintos tipos de test de inteligencia, todos ellos miden la misma inteligencia. Algunos utilizan palabras o números y requieren un conocimiento cultural específico (como vocabulario). Otros, por el contrario, utilizan formas o diseños que requieren, únicamente, conocimiento de conceptos universales y simples (mucho/poco, abierto/cerrado, arriba/abajo).
4. La distribución de las personas a lo largo del continuum del Cociente Intelectual, desde los niveles bajos a los altos, puede ser correctamente representado por la curva de campana (en lenguaje estadístico la curva normal). Muchas personas se agrupan en torno a la media (CI 100). Pocos son muy brillantes o muy torpes; alrededor del 3% de las personas puntúan por encima de 130 (a menudo considerado como el umbral de los superdotados) y alrededor del mismo porcentaje presentan una puntuación en CI por debajo de 70 (CI 70-75 es considerado como el umbral del retraso mental).
5. Los test de inteligencia no están culturalmente sesgados de forma que perjudiquen a las personas de color o a otras razas. Por el contrario, las puntuaciones en Cociente Intelectual predicen con la misma precisión para todos las personas, independientemente de su raza o clase social. Los individuos que no comprenden bien el idioma pueden ser evaluados a partir de test no verbales o en su propia lengua nativa.
6. Los procesos cerebrales que subyacen a la inteligencia aún se conocen poco. La investigación actual busca, por ejemplo, en la velocidad de transmisión neural (mayor para los más inteligentes), en el gasto de glucosa en el cerebro (menor para los más inteligentes) y en la actividad eléctrica cerebral (diferente).
Importancia práctica de la Inteligencia
1. El Cociente Intelectual se relaciona notablemente, probablemente más que cualquier otra medida humana de carácter único, con numerosos eventos educacionales, ocupacionales, económicos y sociales importantes. Su relación con el bienestar y el rendimiento de los individuos es muy potente en algunas áreas de la vida (educación, entrenamiento militar), moderada, pero robusta, en otras (competencia social), y modesta aunque consistente en otras (cumplimiento de las leyes). Lo que quiera que sea que el cociente intelectual mide, es de gran importancia práctica y social.
2. Un Cociente Intelectual alto es una ventaja en la vida porque prácticamente todas las actividades requieren, en alguna medida, de razonamiento y toma de decisiones. Inversamente, un Cociente Intelectual bajo es a menudo una desventaja, especialmente en entornos desorganizados. No obstante, un CI alto no garantiza el éxito en la vida en mayor medida que un CI bajo garantiza el fracaso. Existen muchas excepciones, pero las ventajas del éxito en nuestra sociedad favorecen ampliamente a aquellos individuos con mayor CI o superdotados.
3. La ventaja práctica de poseer un mayor Cociente Intelectual se incrementa en la medida en que la vida se vuelve más compleja (novedosa, ambigua, cambiante, impredecible o multifacética). Por ejemplo, un Cociente Intelectual elevado es generalmente necesario para desenvolverse bien en trabajos moderadamente complejos; pero no proporciona tanta ventaja en entornos que solo requieren toma de decisiones rutinarias o resolución de problemas simples.
4. Las diferencias en inteligencia no son, ciertamente, los únicos factores que afectan al rendimiento en la educación, el entrenamiento y en trabajos altamente complejos (nadie dice que lo sean), pero la inteligencia es a menudo el más importante. Cuando los individuos ya han sido seleccionados en función de su CI (alto o bajo) y, por tanto, ya no difieren demasiado en CI, la influencia de otro tipo de variables sobre el rendimiento puede ser mayor en comparación.
5. Ciertos rasgos de personalidad, especialmente talentos, aptitudes, capacidades físicas, experiencia, etc. son importantes (algunas veces esenciales) para un rendimiento satisfactorio en muchos trabajos, pero tienen una aplicación más reducida y un capacidad de generalización menor en comparación con la inteligencia general. Algunos profesores prefieren referirse a esos otros rasgos humanos como otras inteligencias.
Además de este estudio, también es relevante conocer la Historia del estudio de la Inteligencia para entender el porqué de la importancia de las conclusiones de estos expertos en inteligencia.
Entre los expertos que han firmado esta declaración se encuentran J.B. Carroll, R.B. Catell, D.K. Detterman, H.J. Eysenck, J.M. Horn, S. Scarr, R.M. Thorndike o P.A Vernon entre otros. 13 de Diciembre de 1994.